La artroscopia de hombro es una técnica mínimamente invasiva que permite acceder y tratar muchas lesiones y enfermedades de las diversas estructuras que componen dicha articulación. Se accede a la articulación mediante 2 o 3 pequeñas incisiones de tamaño inferior a un centímetro.
La artroscopia se ha convertido en la técnica de elección para la patología de hombro, ya que es posible abordar las estructuras del hombro de difícil acceso, permitiendo una visión completa desde el interior.
La artroscopia de hombro permite tratar problemas de hombro que aparecen en pacientes con dolor en el hombro o limitación en el movimiento y que no ha presentado mejoría con el tratamiento médico y fisioterápico. Para este tipo de lesiones antes se requería de cirugías mucho más complejas, con periodos de recuperación más largos. En concreto, la artroscopia de hombro se emplea para 4 grupos de patologías:
- Síndrome subacromial
- Rotura del manguito rotador
- Inestabilidad del hombro y luxación de hombro
- Lesiones traumáticas: fracturas glenoideas, luxación acromio-clavicular y lesiones de partes blandas